Ya en artículos pasados hemos hablado sobre la logística y distribución de la vacuna del COVID-19, pero en este artículo indagaremos más en el tema y te daremos las principales claves para lograr la conservación de estos productos farmacéuticos que cada vez tienen más importancia para el bienestar de la humanidad.
Cadena frío: ¿cómo se logra la conservación de vacunas y medicamentos?
Para la distribución de productos como alimentos, perecederos y farmacéuticos, la cadena frío es una solución viable, ya que esta se forma mediante un conjunto de procedimientos, equipos y normas que permiten almacenar o transportar estas mercancías.
Sobre todo para la industria farmacéutica, la red de frío que se utiliza en estas tareas es indispensable si se quiere asegurar el correcto manejo y la conservación de vacunas para los servicios de salud en el país, pues en este procedimiento se utilizan equipos de refrigeración que mantienen las vacunas a las temperaturas recomendadas.
Además de mantener las características específicas en la temperatura, desde su producción hasta su aplicación, la red de frío vacunas ayuda a evitar complicaciones o efectos a causa del clima de la zona, temperatura de las instalaciones, el tiempo transcurrido o la luz solar.
Un aspecto a tomar en cuenta es que, al colocar las vacunas en los instrumentos de almacenamiento, se debe garantizar la estabilidad térmica a fin de guardar la temperatura estipulada por el fabricante y el tipo de vacuna. Esto porque hay vacunas que pueden almacenarse a temperaturas entre -15°C y -25°C u otras entre 2°C a 8°C para evitar su congelamiento (tal es el caso de la vacuna COVID-19).
La participación del aislamiento térmico en la cadena de frío
En la red de frío, vacunas y medicamentos u otros productos perecederos pueden transportarse en equipos que cuenten con placas de poliestireno expandido, ya que este material está regulado y certificado por la NOM-022-ENER/SCFI-2008 para utilizarse en las cámaras de refrigeración debido a sus propiedades aislantes.
En este sentido, los materiales de FANOSA para la preparación de cuartos fríos son ideales porque garantizan el aislamiento térmico en la cadena de frío. Nuestros productos están fabricados a base de Poliestireno Expandido, sirven para aislar, proteger y ahorrar, evitando pérdidas de temperatura en la conservación de las vacunas, medicamentos o perecederos.
Algunos de los productos que se pueden emplear para la red de frío son:
- INSULPANEL de FANOSA: es un panel modular que guarda un núcleo de Poliestireno Expandido (EPS) autoextinguible y cubierto por ambas caras con una lámina de acero galvanizada prepintada en tono neutro. Se puede utilizar como muro o techo en cuartos de frío o para los contenedores que transportan los medicamentos y vacunas.
- INSULPANEL MURO: con una durabilidad garantizada, este producto se diseñó para instalarse en muros o como plafón, ya que cuenta con una lámina de acero galvanizado calibre 26 tipo G60 y dos uniones tipo Hidden Fix y tipo Z-Lock, para asegurar la resistencia y una mayor hermeticidad al utilizarse en la cadena frío.
- INSULPANEL TECHO: al igual que la solución para el muro, este producto tiene una lámina de acero tipo G60, pero sus uniones cambian, pues estas se dan mediante una cresta de Union para mejorar la impermeabilidad al colocarse como techo. También es muy resistente y se puede solicitar el perfil Mini Ribs o Mesa.
- INSULFOIL MURO Y TECHO: este es un panel que incluye las placas de poliestireno expandido de Insulpanel, pero se sustituye una de las láminas (interior o inferior) por una cubierta de polipropileno y se refuerza con malla de fibra de vidrio; Básicamente, es un recubrimiento tipo Foil.
En FANOSA estamos conscientes de la importancia que tiene la conservación de la vacuna y de todos los productos farmacéuticos, por lo que ponemos a tu disposición los materiales de Poliestireno Expandido más adecuados para cada proyecto que tengas. Déjanos tus datos y un asesor personal se comunicará contigo.
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